Ya
en tiempos de Noe, los viajeros
preparaba una pasta dulce y jugosa
con
pulpa de fruta y cereales
pulverizados, incluso los antiguos
egipcios
preparaban sus caramelos
mezclando miel y fruta, y
moldeándolos de muy
diversas formas.
Pero es de la India de donde procede el
descubrimiento de usar azúcar para
elaborarlos, allí se produjo por primera
vez azúcar
sólido.
El nombre de caramelo
procede del
descubrimiento de la caña de azúcar,
también llamada “caña
de miel” que
en latín la denominaban “canna melis”
y que finalmente dará
lugar a “caramelo”.
Con la caña de miel se desarrollaron nuevas
y
mejores técnicas de repostería, el problema
fue que durante siglos fue
un producto de
lujo no alcanzable por cualquiera.
De esta época son
también los grageados,
caramelos cubiertos de azúcar o de chocolate
y
rellenos con frutos secos, crocantis, pasas…
A estas grageas se les
añadía aromas de
fresa, violeta o almizcle y se les daba
diversos
colores, para que llamasen la atención.
Fue ya en 1850 cuando
Estados Unidos
comenzó con la producción industrial
de caramelos, pero
en España, no se aplicó
hasta 1930.
Pero de lo que no hay
duda es que
entre las modernas golosinas de
hoy en día tan apreciadas
por los
niños, siguen figurando clásicos
como los Chupa Chus, los Solano
y los Sugus.
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